- La carrera profesional de Esteban Chaves ha estado marcada por los duros reveses que ha sufrido, de los que siempre ha sabido salir. Como él dice: tanto en la vida como en el deporte hay que atacar y atacar
El ciclista colombiano Esteban Chaves, del equipo
Mitchelton Scott, celebra la victoria este viernes en la 19 etapa del Giro de
Italia, un recorrido de 151 kilómetros entre Treviso y San Martino Di Castrozza
(Italia). (Alessandro Di Meo - Alessandro Di Meo / EFE)
Celes Piedrabuena Jefe de sección
La primera
carreras ciclista de la que se tiene constancia de Esteban Chaves está
fechada un lejano ya 26 de marzo de 2010 en Portugal, en el Trofeo
Ciudad de Guarda, en el que acabó el 76º. Desde entonces ha disputado las
pruebas más importantes del mundo, ha logrado un total de 15 victorias como
profesional y ha defendido los colores de hasta cinco equipos, aunque alguno de
ellos podría considerar una continuación del anterior.
Pero la
carrera profesional del colombiano de Bogotá, 29 años, que empezó a
competir en la máxima división del ciclismo internacional en el año 2014 en el Orica
GreenEDGE, ha estado marcada por constantes altibajos, ya sea en forma de
enfermedades o de graves caías.
Sin ir más
lejos, este año ha regresado al máximo nivel después de dejar atrás una
mononucleosis que se le detectó en el mes de agosto de 2018. Tras seis meses
sin poder competir, regresó a la competición en el Campeonato Nacional de Ruta
del pasado mes de noviembre y desde entonces ha vuelto a sentirse ciclista, un
sentimiento del que tuvo sus dudas tras la grave caída que sufrió el 16 de
febrero de 2013 en el Trofeo de Laigueglia, en una de las graves caídas
sufridas en su carrera como profesional.
El
comunicado médico de la caída ya pone los pelos de punta: “Trauma
craneoencefálico, contusión pulmonar, fractura del oído, fractura en el pómulo,
fractura del esfenoides derecho, en la base del cráneo, y fractura de la
clavícula”. Un cuadro como para tirarse hacia atrás, pero él persistió.
Y no fue
fácil, ya que tuvo que operarse de un brazo en el que no tenía casi
sensibilidad. “Había que hacer la operación para salvar el movimiento del
brazo. Si no se hubiera hecho, no lo movería”, recordaba a ‘El Tiempo’, medio
colombiano al que añadía: “El brazo no mejoraba. Fue difícil. Me despertaba
todos los días y me daba cuenta de que la movilidad del brazo era igual y eso
me angustiaba”,l hasta el punto que pensó en la retirada. ”Me di cuenta de que
era complicado. ¿Cómo iba a montar bicicleta así? ¿Cómo voy a vivir así, pues
ni siquiera podía levantar el brazo para comer? Pensaba que no podía volver a
ser ciclista.
Hasta que
una tarde de agosto, siete meses después de accidente notó algo de sensibilidad
en el brazo y, casualidades del destino, recibió una oferta. “¿Una oferta de
Australia, si estoy casi retirado del ciclismo? Pero era en serio y era un
equipo grande”.
La llamada
era del Orica GreenEDGE, que quería hacerse con sus servicios para la
temporada siguiente. Acababa de nacer un nuevo Esteban Chaves.