Reunión directivos del fútbol colombiano en FCF, foto del portal Agencia de Periodismo Investigativo API
Los mandamases del fútbol colombiano ni rajan, ni prestan el hacha. Cuando conocieron que los clubes aficionados afiliados en Accfa solicitaron aval en algunas ligas y ante ellos mismos para realizar un torneo sub 23 por regiones en Colombia, algo necesario para dar competencia a través de los clubes aficionados a un amplio volumen de futbolistas que no tiene donde competir, emitieron una resolución prohibiendo todo tipo de avales, sopena de desafiliaciones.
Quieren bloquear a toda costa a los clubes de fútbol aficionados asociados en Accfa, cuyo propósito es propender por un mayor desarrollo del fútbol. Los clubes no son organismos particulares que llegan a irrumpir en un lugar que no les corresponde; son parte fundamental en la proyección del fútbol y están dentro del engranaje, porque son afiliados a una liga, éstas a Difutbol y este a Colfutbol; pero además hacen parte del Sistema Nacional del Deporte.
Los clubes tienen todo el derecho de competir; por consiguiente, si su rector no tiene la capacidad o voluntad de hacer una competición seria, importante y necesaria; ni tampoco generar mecanismos para desarrollarla, ellos están en todo su derecho de estructurarla, organizarla para poder competir.
Con acciones caprichosas y normas a priori quieren generar terrorismo jurídico a los clubes emitiendo una resolución que solo busca proteger unos propósitos particularistas en detrimento del desarrollo del fútbol amateur.
Esta circunstancia puede generar un gran debate ahora que los clubes han despertado y ya conocen que existen normas jurídicas de donde acogerse que pueden estar por encima de resoluciones amañadas y proteger el derecho a la libre competencia.
Nunca es tarde y al parecer los clubes aficionados en Colombia están despertando del sometimiento y desprecio que por años le han tenido estos “pobres” dirigentes que usufructúan las entidades que rigen el fútbol, con pésima administración, marcado interés en llenar de plata sus arcas, demostrando gran apatía en procesos verdaderos de desarrollo del balompié de formación para que sea más inclusivo, con un sentido más amplio y porqué no en propósitos sociales en función de este apasionante deporte en un país que si algo tiene son buenos deportistas y futbolistas de talento.
Van en contra sentido a principios de la rectora del fútbol mundial FIFA , expuestos por su presidente Gianni Infantino quien en un apartado de una publicación oficial de la entidad dijo: " Creo que la
situación es bastante clara: no es concebible que una disciplina deportiva con
un inmenso poder de influencia y mundialmente conocida solo pueda practicarse
al máximo nivel
en unas pocas zonas del planeta. Nuestra principal misión es globalizar,
popularizar y democratizar verdaderamente el fútbol en beneficio de todo el
mundo".
Esto aplica para todos los países y Colombia no es la excepción. Que apartados están estos incompetentes administradores del fútbol colombiano de los mandatos de quien los rige. Hasta cuando estarán inmunes?
Bien dijo el técnico de Bucaramanga Luis Fernando Suárez en su momento, “el fútbol colombiano solo tiene buenos jugadores y entrenadores”. Ahí está dicho.
Por: Silvio Zamora Ramírez
Periodista Acord
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